lunes, 16 de febrero de 2009

fragmentos


"... Existen seres, tanto hombres como mujeres, que los otros no pueden dejar de tocar, sea con el roce de una mano, un cariño en el pelo o el apretón de un músculo, en fin, algún gesto que desahogue, porque no tocarlos es una locura.

Floreana hace un esfuerzo por absorber la ambigüedad de esas palabras ¿Cuántas lecturas le sugieren? ¿La está consolando Elena, le está informando o le está advirtiendo?

"
... Al caminar hacia su cabaña busca a través de la lluvia la línea del horizonte. Pero en la medida en que ignora dónde se encuentra ella misma, esa línea le parece falsa e inútil.
Nada de arrepentimientos, ¿verdad?

Marcela Serrano, El albergue de las mujeres tristes.

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